Muchas personas crecen con el imaginario de que un animal gordito tiene una buena vida, que no le falta nada y que es feliz. Pero esas personas en general no son conscientes del sufrimiento al que puede llevar una enfermedad como la obesidad.
Empecemos esta historia con una definición básica: La obesidad es una enfermedad. Eso lo dice la OMS desde hace varios años y es claro que en animales aplica de la misma forma. La obesidad no solo es una enfermedad y ya, ella es el detonante de muchísimas alteraciones en el organismo: hormonales, ortopédicas, cardiovasculares, respiratorias e inmunológicas. Es una de las enfermedades más prevalentes en nuestros tiempos modernos y la gente parece no querer hacer nada al respecto.
Es cierto que existe un componente genético en esta enfermedad, pero la sobrealimentación es la principal causa de obesidad. La concepción cultural que nos dice “enfermo que come no muere” y que nos lleva a presentar siempre platos repletos de comida, es algo que nos lleva a ofrecer muchas más calorías en la dieta de nuestras personas y animales a cargo. Le hago una pregunta ¿usted también califica la calidad de un restaurante, aunque sea en parte, por el tamaño de la ración? ¿le molesta que le presente un plato de comida pequeño en un plato muy grande? ¿tiene un plato de comida muy grande para sus mascotas?
Todas estas preguntas nos llevan a hacernos una nueva pregunta ¿le estamos dando más alimento del necesario a nuestras mascotas? Porque muchos de nosotros lo hacemos o hicimos en algún momento.
Entonces ¿cuál debería ser la ración de comida que le debo dar a mi perro? ¿no le puedo dar comida diferente a su concentrado / pienso / cuido? Y si mi mascota no come alimento procesado ¿está mal alimentarlo con sopas o guisos? Mi opinión es que nuestras mascotas pertenecen a un grupo de animales específicos: omnívoros, herbívoros, carnívoros, así que todo dependerá de la dieta que necesita nuestro animal. Por ejemplo, mi gato es un carnívoro (estricto en este caso) y NO PUEDE LLEVAR UNA DIETA VEGANA, pero mi cerdo vietnamita la soportaría mejor.
Después de haber definido lo anterior, tenemos que establecer el régimen de alimentación que utilizaremos para que nuestra mascota no sea obesa. Aquí la situación es muy variable y todo dependerá de cada animal. Mis perros son un buen ejemplo de esto: Tengo un perro macho que pesa casi 30Kg, él come 300g de concentrado al día, lo que serían 10g/Kg/día. Tengo otra perrita que pesa 16Kg y, según lo anterior, ella debería consumir 160g/día, pero consume 230g/día o 14,3g/Kg/día. Entonces, para mantener un peso saludable en ambos, mi perrita necesita consumir 43% más de alimento.
Para establecer la cantidad de alimento que debería consumir cada uno, yo (que estudié nutrición animal dentro de mi pensum de veterinaria y soy súper fanático de ella desde antes de iniciar la carrera) tome en cuenta sus requerimientos energéticos basales y diarios, además del porcentaje de biodisponibilidad aproximado del concentrado que consumen y las calorías que les aportan, pero eso no es algo que todos sepamos hacer. Entonces, les tengo una solución relativamente sencilla y por la que mucha gente solicita mis servicios de consulta, una pequeña lista de tareas:
Así las cosas, ahora vamos a continuar con la dieta. Son pasos de 15 días, así que hay que tener paciencia.
Recuerda que los animales (humanos incluidos) que no sufren de obesidad tienen una mayor expectativa de vida.