En nuestro medio existen muchísimas marcas de concentrado / cuido / pienso / comida con igual variedad de precios. Ante tal escenario, surgen algunas dudas como: ¿cuál comida debo comprar para mi mascota? ¿existen buenas y malas marcas?
Lo primero es saber que hay comida para perros y comida para gatos, y aunque parezca obvio, es mejor decirlo. Si tengo un gato TENGO que comprar comida para gato, si tengo un perro debo comprar comida de perro. Si en algún punto del mes se me acabó la comida de alguno y solo puedo darle comida de perro al gato o viceversa, no pasa nada, solo fue uno o dos días.
El problema se acentúa cuando a nuestro gato le damos comida de perro de forma crónica, ya que esto lo predispone a padecer de deficiencias de taurina que, entre otras cosas, hace que sufra de enfermedad cardiaca (cardiomiopatía hipertrófica felina). Los perros podrían consumir comida de gato más fácilmente, pero tienden a sufrir de los riñones a largo plazo por los altísimos niveles de proteína que contiene la comida para gato.
Superado este punto inicial, debemos entender que la nutrición en las primeras etapas de la vida es muy importante, así, escoger entre un concentrado de cachorro y adulto será fácil: Si mi mascota tiene menos de un año, comida de cachorro deberá comer. En perros de raza grande la comida de cachorro puede darse hasta los 18 meses de vida. En el caso de los gatos, debido a que son carnívoros estrictos, las diferencias nutricionales que hay entre la comida de cachorros y adultos es muy poca, así que no hay tanto problema si no encontramos comida de gato cachorro. Eso sí, si tenemos la oportunidad de comprar comida de gato cachorro deberíamos comprarla.
Siempre he sido creyente de que “en las más de las veces”, como decía Gabo, uno paga más por un empaque que por lo que este contiene, en las comidas de animales no estamos muy lejos de dicha realidad. Los concentrados nacionales de Soya e Italcol tienen una fórmula muy bien balanceada, con las cantidades de proteína suficientes para satisfacer las necesidades de nuestras mascotas. Purina tienen en casi todas sus líneas ingredientes de calidad a muy buen precio. Hay alimentos que personalmente no me parecen buenos, principalmente por las mezclas con harina de sangre y deshechos de industrias, como las empresas de galletas; esto se ve reflejado en mala calidad de pelo, heces blandas y abundantes, entre otras. Los nombres de estas marcas no las revelaré, por mantener un espíritu pacifico para escribir.
De las marcas que son muy costosas solo diré que: Si se tiene la oportunidad de comer todos los días langosta, carne de Angus y demás cosas, uno no se pondría a comer lentejas con menudencias de pollo. De la misma forma, si la vida no nos permitió tener recursos económicos abundantes, no quiere decir que no se pueda comer sanamente, lentejas y menudencias. Teniendo como base el ejemplo anterior, mi consejo para todos los propietarios de mascotas es:
compren la mejor comida que su economía les permita, seguramente será un muy buen alimento.
Es cierto que en algunas condiciones el cuerpo precisa de una alimentación especial frente a procesos específicos de enfermedad, como un caldo de papa en un proceso de enfermedad gastrointestinal. ¿Se han preguntado cómo regular la comida de un perro diabético? (sí, a ellos también les da diabetes). La respuesta es sencilla:
alimento medicado para diabéticos, ¿y cuando no tengo dinero para comprar comida medicada? Lo ideal sería contactar a un médico veterinario para que sea este quien me recomiende qué alimento puedo conseguir para suplir sus necesidades nutricionales a la luz de su enfermedad, porque también es cierto que la alimentación medicada se puede, incluso, hacer en casa. Otro aspecto para tener en cuenta es que hay condiciones permanentes o crónicas, como la diabetes y la enfermedad renal crónica, entre otras; y hay condiciones temporales, como la obesidad y algunas enfermedades del hígado, etc., este último caso nos pone un escenario en el que la alimentación especial tiene un periodo de tiempo determinado y no se requiere “de por vida”.
Es triste que haya profesionales, que por el afán de vender o por desconocimiento recomienden que, en un proceso de cistitis (muy común en las hembras) que suele tener un control relativamente sencillo, recomienden “alimento para enfermo renal” de por vida, ¿acaso va a tener cistitis toda la vida? ¿en que le ayuda esta dieta a mejorar la cistitis? Lo difícil de este punto es ¿cómo alguien que no tiene conocimientos médicos va a saber cuándo es prudente dar o no un alimento medicado? Mi única respuesta sería: teniendo un veterinario de confianza a quien preguntarle. Algo importante para anotar en este punto es que, no importa en que medio se desenvuelva ese médico veterinario, pues tanto en clínicas renombradas, como en consultorios de barrio o haciendo consultas a domicilio podemos encontrar excelentes profesionales.
Quien encuentra un veterinario de confianza ha hallado un tesoro